Masuo Yamamoto |
Alfred Stieglitz-manos de Georgia O'Keefe |
Lo tengo en mis manos, y tiemblo de miedo.
Es como si fuese mi propio corazón.
Tiemblo, porque puedo matar
esta flor caliente y viva,
hacer que por su boca salgan
todas las mañanitas límpidas.
¿Por qué un pájaro es cosa siempre nueva para nosotros?
Señor, ¿por qué en nuestras manos palpita el crimen?
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Luis PIMENTEL-de Barco sin luces, Orense. Ediciones Linteo. Prólogo de Dámaso Alonso
fuente de las fotos
"Y la vergüenza de ser un hombre no sólo la experimentamos en las situaciones extremas descritas por Primo Levi, sino en condiciones insignificantes, ante la vileza y la vulgaridad de la existencia que acecha a las democracias, ante la propagación de estos modos de existencia y de pensamiento-para-el-mercado, ante los valores, los ideales y las opiniones de nuestra época. La ignominia de las posibilidades de vida que se nos ofrecen surge de dentro. No nos sentimos ajenos a nuestra época, por el contrario contraemos continuamente con ella compromisos vergonzosos. Este sentimiento de vergüenza es uno de los temas más poderosos de la filosofía, No somos responsables de las víctimas, sino ante las víctimas. Y no queda más remedio que hacer el animal (gruñir, escarbar, reír sarcásticamente, convulsionarse) para librarse de lo abyecto: el propio pensamiento está a veces más cerca de un animal moribundo que de un hombre vivo, incluso demócrata (...) No carecemos de comunicación, por el contrario nos sobra, carecemos de creación. Carecemos de resistencia al presente" (G. Deleuze y F. Guattari: ¿Qué es la filosofía?, pp. 109-110)
ResponderEliminar"carecemos de resistencia al presente", tal como afirman Deleuze y Guattari, tan seguros de lo que dicen, y sin embargo las preguntas del poeta Pimentel, tan concisas, tan cotidianas, tan directas, explotan en el ser humano con mucha más definicion, porque primero se pregunta a sí mismo y luego a los demás, y no a la inversa, pero bueno esta es mi opinión, ya sabes Luis que Deleuze me fatiga, pero muchas gracias por ese texto, con el que como suele pasarme y no puede ser de otra manera, estoy de acuerdo.
ResponderEliminarabrazo
k
Tal vez de lo que carecemos es de la sensibilidad que hace del tacto todo lo contrario de un ávido espía.
ResponderEliminarEse encuentro de las manos con el pájaro está tan poéticamente expresado, es tan cierto... Me ha conducido a un hondo lugar entre la gratitud y la congoja. Una vez más, lamento la pobreza de mi verbo, mi incapacidad de expresarme en correspondencia con lo sentido.
Salud!
ah!... y qué bellas las manos de Georgia O'Keefe.
ResponderEliminarTú lo has dicho Loam, es un hondo lugar el tacto, y es paradójico, pues ni la sangre, ni la víscera nos lleva a tan dentro, "lo más profundo es la piel" dijo Valéry también, y esa connotación se "ve" en las manos de Giorgia, y se puede llegar a sentir más con los versos de Pimentel, un sencillo poema, y uno de los para mí "imprescindibles"
ResponderEliminarSalud
k