Paul Tibbets piloto del Enola Gay sin embargo llegó a los noventa años, sin un sólo remordimiento de conciencia, "lo volvería a hacer", dijo después y mucho después.
niño lleva al crematorio a su hermanito, en Nagasaki, por Joe O'Donnell fotógrafo de doble moral.
Mijaíl Bakunin(fuente Arrezafe)
La
educación de los militares, desde el soldado raso hasta las más altas
jerarquías, les convierte necesariamente en enemigos de la sociedad civil y del
pueblo. Incluso su uniforme, con todos esos adornos ridículos que distinguen
los regimientos y los grados, todas esas tonterías infantiles que ocupan buena
parte de su existencia y les haría parecer payasos si no estuvieran siempre
amenazantes, todo ello les separa de la sociedad. Ese atavío y sus mil
ceremonias pueriles, entre las que transcurre la vida sin más objetivo que entrenarse
para la matanza y la destrucción, serían humillantes para hombres que no
hubieran perdido el sentimiento de la dignidad humana. Morirían de vergüenza si
no hubieran llegado, mediante una sistemática perversión de ideas, a hacerlo
fuente de vanidad. La obediencia pasiva es su mayor virtud. Sometidos a una
disciplina despótica, acaban sintiendo horror de cualquiera que se mueva
libremente. Quieren imponer a la fuerza la disciplina brutal, el orden estúpido
del que ellos mismos son víctimas.
Impresionante y abrumador. Se queda uno pensando, intentando abarcar la magnitud de una tragedia que, no obstante, nos desborda. No olvidar. Pensar que pudimos ser nosotros, nuestras hermanos y hermanas, nuestros hijos, la gente cercana que colma y da sentido a nuestras vidas. Pensar que, a pesar de la distancia, aquella gente éramos nosotros, eran nuestras hermanas y hermanos, gente que (recapacitad) colmaban nuestras vidas y navegaban en la misma nave en la que todos navegamos.
ResponderEliminarSin embargo, aquella tragedia fue desatada por unos hombres impotentes y una fuerza limitada, porque como bien afirmaba Chesterton: "Una energía limitada siempre se traduce en violencia, la fuerza suprema se muestra en la levedad". Más le hubiera valido a Oppenheimer conducir su energía y su sensibilidad hacia un violín.
Qué tristeza.
Y lo más terrible para mí, es que tal día como mañana 9 de agosto en 1945, y conocida la matanza que habían hecho tres días antes, tiran otra bomba peor sobre Nagasaki. No perdonar, pero si acaso entender, tratar de analizar Hiroshima con sus premisas militares en una guerra mundial en la que el fascismo avanzaba,pero nunca jamás se podrá disculpar Nagasaki. Ahí,en mi opinión, se les cae la máscara y se muestra el poder en toda su criminalidad y aberración, ahí ya no tienen disculpa. Fue matar por matar, o por probar armas, o por lo que fuera, pero no hubiera sido "necesaria".
ResponderEliminarSí Loam, estamos deshauciados, indefensos ante la ciencia que sirve a la milicia
Poca Salud nos permiten
k